Obras maestras perdidas Los Girasoles de Van Gogh
Los Girasoles de Van Gogh están entre las obras más icónicas de todos los tiempos, y la historia detrás de estos espléndidos capolavori es única e irreemplazable para cada individuo.
Simbolizando lealtad y devoción, los girasoles representan una metáfora de los estados mentales de Van Gogh, narrando la evolución de la naturaleza y de la vida humana misma. El artista los retrató en cada etapa del desarrollo de la flor, que sigue un ciclo de vida definido y experimenta una transformación similar al paso del tiempo dentro de un solo día, siempre enfrentándose al sol desde las primeras luces del amanecer mientras mira hacia el este.
Los Girasoles de Van Gogh: Las 7 Variaciones
Existen 7 variaciones, con 4 pintadas en agosto de 1888 mientras esperaba la llegada de su amigo Paul Gauguin a Arlés para amueblar su propia habitación. Se cree que Van Gogh recibió las flores como regalo del jardinero Patience Escalier, sujeto de uno de sus retratos. La idea inicial era crear un retrato debido al mal tiempo de aquellos primeros días de agosto. Sin embargo, cuando el modelo no apareció para la cita, Van Gogh decidió centrarse en una naturaleza muerta en su lugar. Resultó ser una idea brillante, dado los resultados.
Johanna Bonger Van Gogh
La fortuna de esta serie se atribuye en gran medida a una figura femenina: Johanna Bonger Van Gogh, esposa de Theo y promotora de la obra de Vincent, tras las muertes tanto de su esposo como del propio artista.
Mi favorito: El Jarrón con Quince Girasoles, sin duda el más reconocido por todos nosotros, exhibido en la National Gallery de Londres.
Naturaleza Muerta: Jarrón con Cinco Girasoles
Pero otra versión también ha ingresado en la historia, simplemente porque ya no existe. Naturaleza Muerta: Jarrón con Cinco Girasoles pertenecía al empresario japonés Koyata Yamamoto hasta la Segunda Guerra Mundial. Se cree que fue la primera obra conocida del artista en Japón. Desafortunadamente, fue destruida el mismo día de los bombardeos de Hiroshima, ya que estaba almacenada en la ciudad de Ashiya, que fue demolida por los ataques. Su memoria permanece gracias a una reproducción de los años 1920 y una breve descripción tomada de las propias cartas de Van Gogh.
Siete versiones, todas diferentes. ¿Y cuál es tu favorita?