En una época en la que monarcas, ministros y papas agotan las arcas del estado para satisfacer sus caprichos como estetas, donde prevalecen coleccionistas obsesivos y sin escrúpulos, un tiempo en el que el sufrimiento y el pecado se vuelven
Todos amamos, odiamos y estudiamos eso. Y es inútil negarlo, al final nos cautiva. Oscar Wilde siempre logra llegar directo al punto, y con su retórica inigualable, nos convence. Esta vez, tiene aún más éxito en un texto menos conocido de